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Hoy te traigo un plan real, sí, de esos que no se consiguen por ahí en anuncios de “hazte rico desde tu cama en dos días”. Son 10 pasos, directos y sin bullshit.
¡Bienvenido, futuro crack del emprendimiento digital! Si llegaste hasta aquí, es porque te pica la curiosidad de saber si estás hecho para esto de ser tu propio jefe. Así que prepárate, porque vamos a descubrir si tienes lo que se necesita.
¡Ah, el propósito! Ese pequeño detalle que se supone que nos impulsa a levantarnos de la cama (o del sofá, no te juzgo). Si alguna vez has soñado con arrancar un negocio online mientras te preguntabas ¿por qué diablos hago esto?, déjame decirte que no estás solo. Todos hemos pasado por ahí.
Buscando ese nicho perfecto para tu negocio online, ¿eh? Bueno, amigo/a, no eres el único/a. Todo emprendedor ha pasado por ese baile, tratando de encontrar su lugarcito especial en este gigantesco mundo digital, donde tu corazón late fuerte y tu billetera suena alegre.
Imagínate que estás armando tu estrategia de marketing digital y, de repente, ¡pum! Te viene a la mente una persona tan real que hasta puedes escucharla hablar. Y ahí es cuando todo empieza a tener sentido. No es magia, es marketing bien hecho.
Imagina que entras en una sala. Los colores, la música, el ambiente... todo te cuenta una historia sin decir ni una sola palabra. Eso, amigos, es lo que hace el branding por tu negocio. No se trata solo de un logo bonito o un nombre pegajoso.
Tu marca es mucho más que un nombre o un logo bonito. Es toda una experiencia, una promesa y una emoción que los clientes van a asociar a tu negocio. Y lo que la hace reconocible a la distancia es su identidad visual.
Hoy en día, el mercado está tan lleno de marcas que a veces es como intentar destacar en una sala llena de gente gritando. Pero, no te preocupes, porque es aquí donde el posicionamiento de marca y la diferenciación entran al rescate.
Bienvenido al mundo digital, donde la línea entre lo físico y lo virtual es más borrosa que tus metas de año nuevo después de febrero. Los productos digitales son el arma secreta de los emprendedores modernos.
Bienvenidos a la clase maestra de cómo convertir cualquier cosa que vendas en algo que nadie pueda rechazar. Sí, como esos videos de gatitos que sabes que no deberías ver, pero no puedes evitarlo. Hoy te voy a enseñar cómo hacer que tus productos digitales no solo sean atractivos, sino tan irresistibles que tu audiencia haga fila para comprarlos.
Sabes, lanzarse al mundo de los productos digitales es emocionante, como una montaña rusa... pero sin cinturón de seguridad. Es un viaje lleno de subidas, bajadas, y momentos en los que piensas: "¿Qué demonios estoy haciendo?". Y es que crear tu propio contenido suena glorioso, ¿no? Tú, la pantalla y la magia digital... hasta que te das cuenta de que también es un trabajo monumental.
Ah, el glorioso momento en que decides construir tu presencia online. Todo es emoción y adrenalina, hasta que te das cuenta de que hacer una web es como armar un rompecabezas de 10,000 piezas… sin la imagen de referencia. Mi aventura empezó con mi primer sitio web. ¿Caos? Queda corto.
A ver, hablemos claro: no todas las plataformas sociales son para ti. Mientras Instagram era el lugar perfecto para mis fotos estilo influencer (sin serlo), LinkedIn me ayudaba a sonar profesional cuando realmente no quería usar corbata.
Bienvenido al salvaje, impredecible y brutal mundo del marketing digital, donde no basta con tener una foto decente o un video gracioso para crecer en redes. No, señor. Aquí vamos a romper esquemas y enseñarte cómo convertir a esos seguidores que te miran de reojo en una comunidad tan leal que hasta podría invitarte a la cena de Navidad (pero tranquilo, no tendrás que aceptar).
¡Bienvenidos, amigos de la web! ¿Listos para sumergirse en el maravilloso y caótico mundo del marketing digital? Tranquilos, no necesitan casco, pero sí sentido del humor y un poco de paciencia, porque esto es como intentar enseñar a un gato a usar una tablet: frustrante al principio, pero eventualmente gratificante (sí, los gatos pueden aprender, lo leí en algún lugar).
Ok, vamos a dejar las cosas claras desde el principio. No, no necesitas sacrificar una cabra ni vender tu alma para aumentar el tráfico en tu sitio web. Pero, si de verdad quieres que la gente te encuentre, te escuche y, eventualmente, saque su billetera para comprarte algo, necesitas una estrategia. Y esa estrategia, amigos míos, es un lead magnet. Sí, así como lo oyes, una trampa irresistible para que la gente caiga en tus redes (¡de una manera ética, claro!).
Bueno, bueno, llegamos al final de este viaje. Y déjame decirte, si has llegado hasta aquí sin quedarte dormido o abrumado por tanto tecnicismo, te mereces un aplauso… o al menos un café. A lo largo de esta pequeña aventura por el mundo de los negocios digitales, he compartido algunas de mis cicatrices de guerra y, espero, uno que otro consejo útil que no encontrarás en esos cursos caros de gente que se cree gurú solo porque tiene un Lambo rentado.
maestro
Diego Lossada
Autor respetado con más de una década de estudio en el campo de la sexualidad. Su enfoque holístico y multicultural aporta una perspectiva única e inclusiva, permitiendo una comprensión más profunda de la sexualidad.
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